Este recorrido es una oportunidad para redescubrir las raíces de Oaxaca, explorando su historia, cultura y tradiciones en lugares emblemáticos de los Valles Centrales. Nos sumergiremos en la majestuosidad de sus templos coloniales, donde el arte y la arquitectura virreinal aún resuenan a través de los siglos, como en el Ex Convento de San Jerónimo Tlacochahuaya, hogar de un histórico órgano de fuelles que cada año es protagonista de conciertos que atraen a músicos y visitantes de todo el mundo. Este convento, enriquecido por el legado de los padres dominicos, es un reflejo de la fusión de influencias indígenas y españolas que caracterizan a la región.

En cada parada, conoceremos comunidades que han preservado sus oficios tradicionales, como en San Marcos Tlapazola, donde la artesanía del barro rojo es la herencia de generaciones de talentosas artesanas. Aquí, tendremos la oportunidad de aprender sobre el proceso de creación de estas piezas únicas y, quizás, llevarnos una muestra de esta tradición, moldeada con maestría y respeto por la tierra.

Además, experimentaremos el vibrante ambiente del mercado de Tlacolula de Matamoros, uno de los más antiguos de Oaxaca, donde cada domingo se despliega un espectáculo de color y sabor. Comerciantes de toda la región se congregan para ofrecer productos frescos y especialidades locales, como la barbacoa de chivo y el téjate, y mantienen vivas prácticas ancestrales como el trueque. En cada puesto del mercado, se respira la autenticidad de Oaxaca, reflejada en los productos artesanales y en la calidez de sus habitantes.

Al final del día, disfrutaremos de la gastronomía típica, con el aroma de las carnes asadas al carbón y el sabor refrescante de una nieve oaxaqueña. Este recorrido nos invita a vivir la esencia de Oaxaca en cada rincón, entre historia, sabores y una conexión profunda con sus tradiciones vivas